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MANICURAS Y PEDICURAS SEMIPERMANENTES, ¿en qué se diferencian de una manicura tradicional?

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Ahora que se acerca el buen tiempo apetece lucir una manicura perfecta con la que no tengamos que estar pendientes de esperar a que se seque, de que se nos descascarille o que se nos estropea.

Después de las manicuras de gel, fuimos un paso más allá con las manicuras y pedicuras semipermanentes y estas se han convertido en las favoritas de todas  por el brillo y duración que las caracteriza.

Este tipo de manicura además hace que no se pierda el tono elegido a lo largo de los días y la uña se fortalece logrando una mayor consistencia. Además, podemos pintarnos las uñas encima del esmaltado con gel semipermanente si utilizamos esmaltes sin acetona para cambiar el color sin estropear la manicura.

Además, con la semipermanente podemos lograr tener las uñas perfectas entre dos y tres semanas en las manos y hasta cuatro o cinco semanas en los pies.

La manicura semipermanente o pedicura semipermanente se puede hacer en uñas naturales, de gel o acrílicas, pero debemos descansar y dejar las uñas libres de esmalte cada cierto tiempo para no provocar lesiones ni alergias.

Previamente se trabaja la uña, se trata, se lima y se prepara para el esmalte, que se aplica en tres capas: dos de esmaltado secado con luz LED o UV (no es perjudicial para la salud pero es buena idea echarse protector solar en las manos antes de realizarse la manicura) y una de top coat transparente secada con la misma luz para sellar la manicura.

Para quitarlo, las manos se remojan en agua un rato y luego se desmaquillan con producto removedor, dejándolo actuar 15 minutos y utilizando papel de plata para envolverlas y que el efecto de este sea más eficaz.

Como todos los esmaltes, este tipo de manicura puede producir deshidratación. En el caso de un esmalte semipermanente, el producto es más opaco y de capa más gruesa que uno normal, por lo que la piel de debajo de la uña puede tener más dificultades para respirar. Es aconsejable cuidar la uña con aceites y productos que la hidraten.

Si esperamos demasiado en volver a hacernos la manicura, la capa de esmalte puede levantarse y entrar humedad entre el esmalte y la uña, generando un caldo de cultivo de hongos y bacterias que pueden incluso terminar en infecciones. Para evitarlo hay quien arranca la capa cuando empieza a levantarse, algo que no es buena idea porque con la capa de esmalte puede arrancarse una fina capa de la propia uña, debilitando la uña natural.

Son una opción perfecta para tener siempre las uñas perfectas y olvidarnos de su mantenimiento de cara a las vacaciones de Semana Santa, al verano, o a todos los eventos que tenemos estas fechas como bodas, bautizos, comuniones o graduaciones.

 

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