Mantener nuestro pelo cuidado y sano no es nada fácil, pues a diario usamos planchas, secadores, rizadores, lacas, tintes y accesorios que poco a poco lo van dañando. Tratamientos de hidratación, diferentes tipos de alisados, productos milagrosos que prometen que no tienes que cortar tu melena o champús que aseguran unos rizos o un liso perfecto son solo algunas de las propuestas que nos hacen los profesionales del sector para mantener la melena a raya.
En los últimos años se ha puesto muy de moda el alisado de keratina, ya que ayudará al peinado del cabello y prevendrá la aparición de frizz, además de aportarle brillo y un aspecto mucho más saludable.
VENTAJAS:
- Nutrición, hidratación y reestructuración en todo nuestro cabello: la keratina aportará muchos beneficios a nuestras fibras capilares.
- Reconstrucción de la fibra capilar: el tratamiento ayudará a sanear tu pelo y lo protegerá del daño de planchas, secadores, rizadores, piscinas, sal del mar o del propio sol, y evitará que se caiga tanto al aportarle fuerza.
- No necesita mucho tiempo de peinado: una súper ventaja es que al estar más sano y liso no tendrás que peinarlo durante tanto tiempo.
- Duración del tratamiento: el tratamiento puede llegar a durar entre 3 y 6 meses.
- Logra un alisado incluso para cabellos ondulados y rizados.
DESVENTAJAS:
- No apto para cabellos dañados: no es aconsejable en cabellos que están muy estropeados.
- El precio: El precio oscila entre los 200 y 500 euros. Además, tendrás que ir volviendo a hacerte el tratamiento para que el resultado siga siendo efectivo.
- Si tienes el pelo ondulado obtendrás un pelo totalmente liso. Si lo tienes rizado, el resultado no es liso del todo y normalmente las chicas que tienen el pelo muy rizado y se atreven con el alisado de keratina, jamás volverán a recuperar ese rizo.
- El alisado no puede quemar tu pelo pero incluye una especie de “sellado con calor”, que se realiza con una plancha que puede alcanzar una temperatura muy alta.
- Cuidados: Los enemigos de la queratina son los sulfatos y la sal. Por eso para mantener resultados más duraderos, es necesario evitar el mar, las piscinas y ciertos productos capilares que los contengan. Puedes utilizar la plancha y las tenacillas, aunque lo más recomendable es hacerlo de forma esporádica para no estropear las puntas.
- Hay que darse el tratamiento cada 3 o 5 meses, depende de las necesidades de cada pelo, pues según te vaya creciendo el cabello notarás que la parte de la raíz ya no conserva el liso original y habrá que ir a darle un repaso.