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Tratamientos y Bienestar

Protocolo de higiene facial, por el Centro de Estética Eleussis

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El Centro de Estética Eleussis de Granada nos propone un protocolo de higiene facial que se puede llevar a cabo en casa.

Ante la adversidad de estos tiempos que estamos atravesando con la crisis del Coronavirus no nos debemos de abandonar. El estrés de estar encerradas, la incertidumbre que conlleva dicha crisis, los cambios bruscos que nos han acontecido…, nos hace que nuestro sistema nervioso esté un poco más desequilibrado, provocándonos incluso algún episodio de ansiedad, y todo ello se muestre en nuestra piel.

La piel refleja nuestro estado anímico, por lo que al igual que nosotras, lo está pasando mal, el desequilibrio de una vida normal nos provoca a veces sequedad o un poquito de más grasa en la piel (cada persona reacciona a los cambios de diferentes formas). La piel se encuentra con falta de luz, como fatigada y a veces más sebácea.

El exceso de geles hidra-alcohólicos del que estamos actualmente abusando para la desinfección de nuestras manos, nos provoca en ellas, mucha deshidratación. Como profesional especializada de estética con más de treinta años dedicada a mi profesión os voy a facilitar unos útiles consejos para realizarlos en casa.

Para empezar, mi primer consejo sería lavarnos muy bien las manos antes de tocarnos la piel. En ellas se muestran todos los virus y los debemos de eliminar. Lo normal en una limpieza de piel, sería llevar una rutina diaria de limpieza superficial en la que utilizamos productos para la realización de la higiene.

Pasos a seguir la una higiene facial de la epidermis.

  • Limpieza de la piel
  • Exfoliación
  • Limpieza más profundamente
  • Desinfectar la piel
  • Colocar algún principio activo
  • Poner una mascarilla
  • Proteger con una adecuada crema

El primer paso, siendo éste esencial es limpiar la piel. La higiene de la epidermis debe comenzar por la mañana y debe conllevar ser parte de nuestra rutina. Se utiliza para ello, un aceite limpiador, aceite micelar, algún tipo de gel o leche limpiadora. Si en estos momentos, por las circunstancias acontecidas, no tenemos en casa ninguno de estos productos, podemos optar a la realización de un producto casero con aceite de oliva o aceite de coco. Nos pondremos unas gotitas de aceite en la piel y posteriormente con un poco de jabón (puede ser glicerina o jabón neutro) realizar un ligero masaje con ambos productos, y retirar con agua tibia.

El segundo paso a seguir sería realizarnos una exfoliación, normalmente utilizamos peelings que compramos, éstos vienen hechos con micropartículas de almendra, con micropartículas de semillas de algún fruto…, también tenemos peelings químicos y/o peelings enzimáticos que tienen como principal función levantar la queratina de la piel por mediación de las enzimas de este peeling, eliminando las impurezas y aumentando la producción de colágeno. Al no tener a mano ninguno de estos productos podemos hacer una fórmula casera.

Para la preparación de un peeling natural casero, os proporciono dos fórmulas, una específica para un tipo de pieles sensibles o secas, basado en bicarbonato, agua y miel, y otra para pieles normales o grasas basada en azúcar, miel y jugo de un limón. Ambos peelings tienen la misma preparación, mezclamos todos los ingredientes en un bol, y dicha mezcla (que tendrá una textura granulada) nos la aplicamos con ayuda de un pincel (si tienes a tu alcance alguna esponjita especial o un cepillo específico, podrías utilizarla/o), haciendo masajes rotatorios con una duración que oscile entre cuatro y cinco minutos. Posteriormente retiraremos con agua preferentemente tibia.

Una vez retirado el peeling, la piel está libre impurezas, consiguiendo así una limpieza más profunda, pasando al siguiente paso, que es tonificar nuestra piel, desinfectándola. La variedad de tónicos está indicada al igual que los peelings tanto para pieles secas, normales o grasas. Si no dispones de este producto en casa, os ofrezco la posibilidad de utilizar, bien manzanilla o aloe vera para pieles secas o sensibles, ácido hialurónico, vitamina c o colágeno para pieles deshidratadas, o bien tónicos astringentes para pieles grasas (la infusión de romero fría puede ser un tónico ideal para este tipo de pieles).

Una vez tonificada nuestra piel pasamos a la fase de aplicación de un principio activo, como son los serúm (existen gran variedad de ellos, entre los que destaco regeneradores, blanqueadores, iluminadores basados en vitamina c, etc.). Si no tienes en casa, otra opción sería la utilización de algún tipo de ampollas (al igual que los serúm la variedad de éstas es amplia, hidratantes, revitalizantes, etc.). Si no disponemos de ningún producto de los anteriormente mencionados os doy la posibilidad de utilizar aceite de rosa mosqueta, siendo éste, un aceite regenerador y calmante. El aceite de coco o aceite de almendras sería otra de las posibilidades que os propongo.

El siguiente paso sería la aplicación de una mascarilla, es recomendable una vez en semana. Y su principal función es terminar de cerrar el poro y penetrar el producto que anteriormente hemos aplicado, y el de la propia mascarilla. Las mascarillas normalmente son excepcionales, teniendo una amplia variedad de ellas en el mercado hoy día.

Pero si no tienes en casa, te ofrezco la posibilidad de realizar una mascarilla con los siguientes ingredientes, si quieres aportar nutrición, vamos a utilizar aguacate y miel. Si optas por una mascarilla regeneradora y que a su vez arrastre células muertas, podemos utilizar kiwi, yogurt y azúcar, si tú piel es seca lo ideal sería aceite de oliva y plátano (también ayuda a regenerar), si quieres dar brillo y luminosidad a tu piel existe también la mascarilla de papaya, clara de huevo y miel, si optas por una mascarilla antinflamatoria, podemos utilizar la basada en jenjible y miel, si prefieres blanquear, optaremos por leche, azúcar y limón, o utilizar la basada en arroz, miel y yogurt (un par de cucharadas de arroz cocido). Otra que también nos ayuda a iluminar la piel sería la realizada con fresas, miel y yogurt natural.

La aplicación de todas ellas es igual, ponemos la mezcla en un bol (si utilizamos fruta, lo conveniente es antes batirla), y una vez aplicada, veinte minutos de exposición. La retirada de ellas es conveniente con agua tibia.

Una vez finalizado este paso, procederemos a la utilización de la crema hidratante de uso diario. Es muy recomendable además proteger nuestra piel. Por lo que sería conveniente utilizar protección solar incluso en casa.

En el transcurso de todos los pasos a seguir con respecto al tratamiento, es conveniente cuando llega el momento de la aplicación del principio activo, realizar un masaje facial basado en movimientos ascendentes, pinzamientos siempre hacia arriba, fricción en las arruguitas, y con las dos palmas de las manos hacer hacia arriba como una plancha, todos los movimientos combinándolos hasta que exista una adecuada penetración de producto. No sólo ayudaremos a una excelente penetración sino que estimularemos el sistema circulatorio, y por tanto los nutrientes y el oxígeno se transportarán mejor.